La nueva Cruz de la Unidad está peregrinando por Chile

Desde su llegada a Chile en enero, la Cruz de la Unidad estuvo recorriendo algunas comunidades de la Familia: las Hermanas de María, Frauen von Schoenstatt y la Federación de Mujeres. También estuvo presente en la celebración del 20 de enero en Bellavista, terminando su primer recorrido acompañando al Instituto en su jornada de verano anual.

El 29 de febrero, la Familia del Santuario Cenáculo de Bellavista estuvo en vigilia y entregó la Cruz a la Familia del Santuario de Puerto Montt, para iniciar el recorrido por los santuarios y Ermitas de Chile.

La Mater sigue haciéndose camino y nos invita a renovar, encarnar y gozar la misión. Por eso la Cruz va acompañada de un cuaderno de testimonios y oraciones ¡que ya tiene historia en sus primeras páginas!

Recorrido de la Cruz

Durante la primera semana de peregrinación por Chile, la Cruz de la Unidad visitó ciudades del sur de Chile.

En su paso por Puerto Montt, Santuario Santa María del Mar, se vivieron con alegría momentos de oración y adoración. Además, la Familia peregrinó con la Cruz al Monasterio de las Carmelitas, donde compartió la misa de domingo con las hermanas y los asistentes. «Fue una ideal genial que nos ayuda a compartir esta alegría con toda nuestra diócesis».

La peregrinación de la Cruz siguió a la ciudad de Osorno, donde la Familia esperó su llegada con un momento de oración en la Ermita, que está ubicada en la Parroquia Nuestra Señora de los Mártires. La Cruz visitó varias familias de la Rama de Señoras. También estuvo en la tumba de la Hna. Friedeburg, semilla del Movimiento en esa ciudad. Y participó de la misa y el Vía Crucis de la Catedral San Mateo.

En Valdivia sintieron una profunda “gratitud, porque la Cruz nos hizo experimentar la alegría de vivir nuestra espiritualidad en familia y comunidad”.

La Familia de Temuco, Ayinrehue, Cenáculo Corazón del Padre “ha vivido unos días de intensa oración y aporte al Capital de gracias. Sin duda el paso de la Cruz de la Unidad en nuestra tierra ha significado un unirnos como Familia y renovar nuestra Alianza de Amor. Cada miembro, cada integrante y peregrino de la Familia de Ayinrehue que tuvo la oportunidad de vivenciar esta Cruz depositó todas sus cruces, alegrías y necesidades. También pudimos impregnar la cruz de las huellas del Padre, recorriendo los lugares en que nuestro fundador animó e inspiró a las primeras Hermanas, por ejemplo, en el colegio Madre Admirable. Gracias por esta riqueza, por poder ser parte de este jubileo de la misión. No nos queda más que decir: Cruz Santa a tus pies me rindo y te canto un ardiente himno de gratitud y de júbilo…”.

En Angol también marcó su paso: “Para nosotros ha sido nuevo lo de ser coordinadores, pero a la vez muy grato y emocionante, ya que nos tocó ir a buscar la Cruz de la Unidad, siendo ésta una experiencia linda y emotiva, tuvimos una muy cariñosa entrega por parte de la Familia de Schoenstatt de Temuco.  Acá en todas las Ramas quedaron felices de haberla tenido con nosotros en nuestra Ermita de Angol, no fue mucho el tiempo, pero si lo pudimos aprovechar”.

En el Santuario de Los Angeles, la visita de la Cruz de la Unidad motivó momentos de reflexión sobre la historia, adoración al Santísimo, oración cantada, encuentro con corrientes de vida, visita a las casas de las primeras señoras, para culminar en Misa dominical en la Catedral. “En resumen: Don y Tarea, un llamado a la Unidad y ser un Cenáculo para la ciudad”.

“La visita de la Cruz de la Unidad ha generado en la Familia de Concepción lazos, unión y compañerismo en torno a ella. Todas las ramas y grupos se han sentido tocados. Pudimos realizar un acompañamiento permanente y fuimos bendecidos en nuestra Misa de renovación de Alianza con ella presente. Visitó enfermos y algunos Santuarios hogares. En su paso por nuestro terruño, ha dejado una huella profunda e indeleble en cada uno de los corazones”.

«La Familia de Coronel expresa su gratitud y gozo con el gran regalo que significó para la Ermita Tierra de María la visita de la Cruz de la Unidad que se encuentra peregrinando por nuestro país».

“La llegada providencial de la Cruz de la Unidad a nuestro Santuario del Horeb, Chillán, fue un regalo explícito de nuestra querida Mater. El sábado 23 de marzo, por la tarde,  celebramos un encuentro de Familia, en torno a la llegada de la Cruz de la Unidad. Litúrgicamente celebramos Domingo de Ramos y la Renovación de la Alianza de Amor. Todo esto permitió volver a renovarnos en la misión del 31 de Mayo, volver a comprometernos con nuestro Santuario y nuestros apostolados”.

En Talca, “la Cruz de la Unidad nos acompañó en nuestra Adoración al Santísimo para preparar el corazón al Triduo Pascual. Fue muy bonito ver a niños, matrimonios, jóvenes, señoras y peregrinos rezando a Jesús Sacramentado en el Santuario. Tuvimos la Cruz de la Unidad también el Sábado Santo. En la mañana, fue el símbolo de nuestro retiro que tuvo el lema ‘Vamos el uno en el otro’. En la Vigilia Pascual fue llevada al altar junto a las ofrendas de pan y vino, como expresión de la misión que queremos regalar a la Iglesia. Al final de la misa, encabezó la procesión al Santuario donde saludamos a María y entregamos la Cruz a los coordinadores de Linares”.

“El Jueves Santo tuvimos una linda y emotiva visita. San Fernando recibió la Cruz de la Unidad, la abrazamos y acompañamos todo el día”.

El Viernes Santo la Cruz estuvo en Curicó. “En Tierra Joven, iniciamos el viernes con un hermoso retiro a cargo del P. Patricio Ilabaca y tuvimos el regalo de tener la Cruz de la Unidad. En la tarde vivimos la liturgia de la pasión, finalizando el día con el Vía crucis”. La Familia de Schoenstatt de Linares  con gran fe y esperanza  de renovación y victoria  acogió la Cruz  de la Unidad el día de  Pascua de Resurrección.

Nota original creada por Equipo Revista Vínculo y publicada en Revista Vínculo Abril 2024

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