P. Gonzalo Illanes: “Este 31 de Mayo tiene tal vez una acentuación especial en destacar la profunda unidad que se da entre lo humano y lo divino, entre Dios y el ser humano…»

Entrevista hecha por Susy Jacob para Revista Vínculo edición mayo 2024

Quisimos conversar con el P. Gonzalo para profundizar un poco más en el espíritu de este Jubileo de los 75 años del 31 de Mayo. El Director Nacional del Movimiento preside el Comité Organizador, que viene trabajando hace meses en los contenidos de la celebración, el Capital de gracias, la logística, inscripciones, acogimiento, infraestructura, charlas, talleres, misas, etc. Todo lo que se necesita no solo para acoger a 1.500 peregrinos en Bellavista, sino también para que el espíritu de la celebración de nuestra misión y el mensaje de esos días llegue a todos los schoenstattianos del mundo, en directo por streaming y en contenidos para ser compartidos y trabajados en los meses siguientes.

¿Qué celebramos este 31 de Mayo de 2024?

El 2024 se cumplen 75 años desde que el padre Kentenich dejara sobre el altar del Santuario Cenáculo de Bellavista –que había sido bendecido recién 10 día antes– la primera parte de la llamada “Epístola perlonga”. Creemos que ese día, el 31 de mayo de 1949, movido por las “gracias de Pentecostés”, nuestro fundador tomó una opción decidida por buscar que Schoenstatt fuera comprendido y acogido por la Iglesia, con toda la originalidad y riqueza de su carisma, para así ser regalado al mundo entero.

Esto es lo que queremos celebrar. Queremos agradecer una vez más la irrupción de Dios que se vivió aquel día y volver a comprometernos así con la misión que hoy adquiere una nueva relevancia.

La celebración de los 25 y 50 años del 31 de Mayo tuvieron acentos específicos, ¿cuál es la idea central o fundante en esta oportunidad? ¿Qué se quiere destacar en forma particular u original este 31 de Mayo?

La celebración de este Jubileo de 75 años nos encuentra como Familia en medio de un proceso por lograr una mejor comprensión y una mayor profundización de nuestro carisma. Esto se debe principalmente a que contamos con nuevas fuentes que iluminan y entregan matices a todo lo que significó este acontecimiento de la gracia. Basta con notar, por nombrar sólo una de estas nuevas fuentes, que la Epístola Perlonga, la carta misma sobre el altar, no era accesible hace un par de años atrás y recién ahora pudo ser publicada. ¡Y eso que aún no está disponible en español! Eso es lo primero que quisiera destacar: como Schoenstatt internacional estamos en medio de un lindo proceso de profundizar y enriquecer la visión que tenemos sobre nuestro carisma y particularmente sobre este hito.

Pero en relación al contenido, este 31 de Mayo tiene tal vez una acentuación especial en destacar la profunda unidad que se da entre lo humano y lo divino, entre Dios y el ser humano. Fue lo que quisimos expresar al elegir como lema para este jubileo la frase “Vamos el uno en el otro”. Son palabras del padre fundador que hablan, por una parte, de ese llamado a vincularnos unos a otros desde lo más profundo; pero también es un cierto juego de palabras, en el que asumimos que “en” el otro nos encontramos con Dios y con la Santísima Virgen, y que en Dios y la Mater nos encontramos también con lo más profundo de la humanidad.

En la realidad del Schoenstatt de hoy, en esta hora de la humanidad, ¿qué aspecto de la Misión del 31 de Mayo, que el padre Kentenich proclamara desde el Santuario Cenáculo de Bellavista, debiera acentuarse?

Es difícil de hablar de la realidad de Schoenstatt hoy de una manera unificada, porque la verdad es que el Movimiento se vive de manera muy diversa a lo largo y ancho del mundo. Y también la humanidad se encuentra atravesando problemáticas muy variadas, por de pronto nos encontramos frente a una gran crisis en torno a la paz y los conflictos bélicos que se multiplican, pero también hay cuestiones muy desafiantes en relación a la tecnología y la identidad personal, por nombrar sólo un par de desafíos.

 Si tuviera que elegir un aspecto de la Misión del 31 de Mayo que pueda hablarle a nuestro mundo hoy, sería justamente algo que el padre fundador menciona en la plática que dio hace ya casi 75 años en aquel día de la Visitación: “El pensamiento central que nos mueve, que nos impulsa constantemente y que nos asegura una paz inalterable en todas las situaciones es el pensamiento de la Alianza… él nos da la respuesta a todas las preguntas que esperan solución”. Creo que eso es… el 31 de Mayo no trae “contenidos nuevos” a la espiritualidad de Schoenstatt, sino que más bien se trata de proclamar a los cuatro vientos lo central del carisma. ¿Y qué es lo central del carisma? La Alianza de Amor con María en el Santuario. Es esa Alianza la que puede ponerse al servicio del mundo creyente y de toda la humanidad. A través de ella se nos regala innatamente una cosmovisión que conecta de manera muy profunda lo humano y lo divino, se nos regala una mentalidad que permite integrar la vida cotidiana con la vida de fe.

¿Por qué es entusiasmante este “hito” y por qué celebrar es relevante?

El padre Kentenich señalaba que los jubileos y aniversarios importantes son una oportunidad para refundar y renovarse. Nos decía que sólo quien es capaz de permanecer fiel a sus orígenes puede sobrevivir en el tiempo. Nosotros queremos celebrar porque es una manera de volver a hacer presente la Gracia que se nos regaló en aquella oportunidad y así ser fieles a nuestros orígenes. También celebramos porque siempre los Jubileos son una oportunidad para efectivamente renovarnos y mirar hacia adelante.

Queremos celebrar porque es la forma que tenemos de agradecer a Dios y a la Mater por todo lo que ha surgido a partir de la irrupción de Gracias que significó el 31 de Mayo: pienso, por ejemplo en la corriente misionera internacional que encuentra sentido en Bellavista y también en la cantidad enorme de hombres y mujeres que han tomado la misión de Schoenstatt como bandera que da sentido a sus vidas. Es como si el tercer hito de la Familia fuera el Pentecostés de Schoenstatt. ¿Y qué hacemos cada año en esa celebración? Agradecemos la llegada del Espíritu y volvemos a implorar su irrupción. Esto quisiéramos hacer también nosotros… agradecer el carisma regalado y pedir nuevamente su llegada

¿Qué ha animado el trabajo de las Comisiones que preparan esta celebración?

El trabajo de las Comisiones ha sido realmente admirable. Han estado trabajando con mucho esfuerzo, cariño y dedicación. Uno admira la fe y el cariño que le tienen a Schoenstatt todos estos voluntarios que han estado trabajando por el Jubileo. Lo hacen por Dios y la Mater, lo hacen por amor al Señor y por ser coherentes con su vida de fe. Pero también creo yo, algo muy “del 31 de Mayo”, es ver que, en el trabajo de las Comisiones, el esfuerzo y empeño que le pone cada persona, lo entregan también en un plano muy humano, lo hacen “el uno por el otro”, en el sentido de que hay amistades y vínculos en el equipo de trabajo, amistades y cariño que buscan apoyarse y animarse mutuamente.

    ¿Cuál es el sentido de reunirnos en Bellavista, los que podremos ir de forma presencial ese fin de semana?

     La plática del 31 de Mayo comienza diciendo, “quítate el calzado, porque lo que aquí pisas es tierra santa”. Esto es lo primero. Se trata de un hito que ocurrió en un día y un lugar concreto, y ese lugar es el Santuario Cenáculo de Bellavista. Pero Bellavista actúa también como un lugar simbólico para todo el Movimiento y para nuestra espiritualidad: Schoenstatt es un carisma centrado en el vínculo a personas, ideas y lugares. Y los “lugares” protagonistas para nosotros son los Santuarios. Para el padre fundador fue clave la vivencia de que era posible un “Schoenstatt más allá de Alemania” y yo creo que esa convicción se aquilató simbólicamente ese día en Bellavista (teniendo en cuenta el primer Santuario filial de Nueva Helvecia y los demás Santuarios filiales que iban surgiendo en Argentina y Brasil).

     Al celebrar en Bellavista, junto a todos los peregrinos que participen, celebraremos también el ser Familia internacional convocada en torno a la misión. Será una tremenda oportunidad de encontrarnos, de compartir y de rezar juntos. Pareciera que el aislamiento que la pandemia produjo aún deja huella y este Jubileo es una oportunidad para volver a encontrarnos en una celebración familiar.

¿Cómo podrían y debieran celebrar los schoenstattianos que no van a estar en Bellavista y que quisiéramos que también se sumen a la celebración?

Todos los schoenstattianos a lo largo del mundo estamos convocados a celebrar los 75 años del 31 de Mayo. Y estamos convocados a celebrar, en primer lugar, de manera presencial. Por eso estamos haciendo la invitación a que cada Santuario, Ermita o Familia de Schoenstatt local se reúna el mismo día 31 de mayo a tener una misa o liturgia de “gratitud por el tercer hito”, y que después puedan conectarse a la transmisión que se hará desde Bellavista, principalmente a que puedan participar del momento de oración en torno al Santuario que tendremos ese día viernes 31 de mayo a las 20 hrs., horario de Chile.

También queremos invitar a los schonestattianos del mundo entero a que puedan sumarse a las transmisiones en vivo que haremos de –prácticamente– todas las actividades del Jubileo. Salvo algunas bloques, todo el Jubileo será transmitido por YouTube. Así es que viernes 31 de mayo, sábado 1 y domingo 2 de junio, podrán conectarse al streaming y sumarse así a la celebración jubilar. Todos los enlaces los podrán encontrar en la web del jubileo en jubileo31demayo.schoenstatt.cl

Scroll al inicio