«Pionero reconstruye mi Iglesia»: 150 jóvenes de todo Chile asistieron al «Not Canapi 2024»

Desde el pasado 4 al 10 de enero se efectuó en Malcho, Región del Maule, un campamento de verano de las Juventudes Masculinas de Schoenstatt llamado Not Canapi. La idea de los organizadores fue hacer un campamento con todas las ramas, pero sin toda la parafernalia de un campamento nacional, de ahí su novedoso nombre. 

A este importante hito asistieron alrededor de 150 jóvenes de santuarios de Schoenstatt de todo el país: Los Pinos, Campanario, Monte Schoenstatt, Colina, Providencia, Nuevo Belén, Puente Alto, Rancagua, Buin, Curicó, Talca, Concepción, Temuco, Valdivia y Puerto Montt.

«Cada rama se fue sumando, porque nos dábamos cuenta que era más fácil y entretenido para todos hacerlo juntos. Una vez llegamos a Malcho, nos dimos cuenta de que los campamentos regionales y nacionales que habíamos tenido en años anteriores nos ayudaban mucho, no solo a los chicos que ya se conocían a pesar de ser de ciudades distintas, sino que también los padres que ya estábamos acostumbrados a los estilos de trabajo de cada uno», comenta el padre Domingo Errázuriz, quien estuvo a cargo de la delegación del Santuario de Los Pinos de Viña del Mar. Además, asistieron los padres Jesús Ruiz, Fernando Martínez, Joaquín Puertas, Sergio Abarca, Juan Ignacio Hormazabal, Diego Cifuentes, Juan Pablo Cruz y el seminarista Santiago Abella.

«Los temporales y las fuertes lluvias dejaron muy dañado el santuario de material ligero que se había levantado en Malcho hace algunos años, por lo que decidimos que un símbolo importante de este campamento sería reconstruirlo. De ahí sacamos el lema del evento: «Pionero, reconstruye mi iglesia» tomando como inspiración a San Francisco de Asís», cuenta el padre Jesús Ruiz. 

«San Francisco de Asís en pleno proceso de conversión siente el llamado de Jesús a reconstruir la capilla destruida de San Damián y mientras está en eso se da cuenta que el llamado a «reconstruir la Iglesia» era mucho más grande que eso», dice el P. Domingo quien se mostró muy contento con el resultado del campamento. «El campamento fue todo un éxito, una instancia intensa de formación y construir comunidad. Terminamos con una bendición de nuestro santuario renovado y con la misión de seguir reconstruyendo la Iglesia», añadió.

Por su parte, el P. Jesús Ruiz destacó el gran espíritu y ambiente: «Fue un campamento muy bueno, de muy buen ambiente. Los pioneros ya se conocen de las diferentes ramas así que había un gran espíritu. Además los padres que asistimos estamos cada vez más afiatados, trabajando de mejor manera, por lo que quedamos muy agradecidos. El mensaje llegó, quedó y nos vamos del campamento con mucha esperanza para el 2024. Fue un regalo, muy bendecido, que nos deja con un buen pie para lo que viene este año», dijo.

Al campamento también asistieron algunos jóvenes universitarios que, según relatan los padres, fueron un gran apoyo para sacar adelante todas las actividades. Éste también tuvo momentos de mucha diversión ya que se realizó la Copa Engling, que contó con varias competencias deportivas en el río, fogatas y muchos juegos de mesa.

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