El día martes 27 de febrero la comunidad recibió con mucha alegría la ilustre visita del nuevo Arzobispo de Santiago, Monseñor Fernando Chomali Garib.
El encuentro comenzó con una cena informal en uno de los comedores de la Casa de Retiros de Bellavista donde el Arzobispo pudo compartir en una de las mesas con diferentes sacerdotes de la comunidad. El padre Patricio Moore, quien estuvo presente en esta comida, destacó su sencillez y cercanía: «Es un tipo muy informal y simpático. Hablamos de varios temas. Destaco su percepción de la Iglesia actual, la emotiva despedida que le dieron en Concepción y su presentación con el Papa en el Vaticano en un encuentro del Dicasterio de Familia y Vida», dijo el P. Patricio Moore, quien también dirigió el encuentro.
Tras esta comida, se dio inicio a una exposición donde el Arzobispo hablo cerca de treinta minutos y respondió algunas preguntas que le hicieron padres de la comunidad.
«Destacó el desafío de la Iglesia con los adultos mayores en Chile que están muy solos, también una de las grandes preocupaciones del Papa Francisco: el desafío de la falta de vocaciones«, dijo el P. Patricio. «Pero el tema que más profundizó fue el sentimiento de cambio y malestar profundo que hay en nuestra sociedad chilena. Esa explosión de cambio profundo, que se vio reflejado en el estallido social y que se puede ver en las calles de Santiago y de Chile, un grupo grande de personas se siente marginado del desarrollo económico que ha tenido nuestro país y que quiere participar», añadió.
«Nos contó, por ejemplo, que había ido a la Parroquia San Gregorio en la comuna de La Pintana, que fue donde él hizo su primera misa como sacerdote y también la primera que hizo ahora como Arzobispo. Ahí se encontró con gente que conocía hace como 30 años. Contó el caso de una una señora que que había estado en la cárcel y que le relataba que también su hijo había estado en la cárcel y que ahora su nieto estaba preso. Es decir, hizo énfasis en que a esta gente no le ha mejorado nada su precaria vida», dijo P. Patricio Moore.
Agradecimiento a Schoenstatt y a los movimientos
El Arzobispo se dio un momento para hablar de los movimientos y de Schoenstatt en particular. Los comparó con un jardín muy bonito, con árboles y una laguna que debe ser cuidado y protegido. Sin embargo, también hizo énfasis en que a veces se corre el peligro de encerrarse en ese jardín. A su vez, resaltó la religiosidad popular que existe en Chile, una realidad que vale la pena destacar y cuidar. «Nos agradeció el trabajo que realizamos porque conoce perfectamente lo que hacemos en los distintos lugares del país como Concepción o Maipú«, cuenta el P. Patricio.