La estrella misionera: el paso por África del P. Claudio Jeria

“¿Se pueden olvidar fácilmente 27 años vividos con amor y compromiso en el continente africano? Evidentemente que no”, así comenta el padre Claudio Jeria en la última entrada de su blog, “La estrella misionera”, su paso por África, una historia que ha compartido con sus cercanos por mucho tiempo y que hoy queremos resaltar.

Esta bitácora virtual que creó el padre el año 2009, y que aún mantiene vigente, resume las casi tres décadas que estuvo misionando en Burundí y el Congo, dos países ubicados en el corazón de África y que actualmente son de los más pobres de todo el planeta. Estas naciones han estado marcadas por cruentas guerras, enfermedades y la miseria, sin embargo, según da testimonio el P. Claudio, la fe y devoción de su población son un gran ejemplo.

Un país marcado por la guerra

El padre Claudio llegó ahí el año 1996 a trabajar al Santuario Monte Sión Gikungu ubicado en Bujumbura, la ciudad más poblada de Burundi. “Llegué aquí en medio de una guerra, y gracias a Dios, hoy hay otros problemas, pero ya no hay esa guerra. Cuando partí para estos lados, mis hermanos de comunidad me preguntaban de todos lados: ¿y qué tareas vas a hacer? Yo no sabía, y escribí preguntando. La respuesta fue: debes estar disponible para cualquier tarea, es la vida del misionero”, escribió el P. Claudio en una entrada de enero de 2023

En Burundi se hablaba constantemente de guerra, la vida era dura, las balas volaban por todas partes pero con el correr de los años las cosas han cambiado. “Ahora que ya han pasado los años, me doy cuenta lo que Dios quería de mí. Él me pedía muchas cosas, pero una era fundamental: ayudar a fundar la comunidad de los Padres de Schoenstatt, la comunidad de Sión, aquí en este lugar del África», añade.

Un Santuario que recibe multitudes

Actualmente el Santuario de Gikungu es uno de los más importantes centros de peregrinación de Burundí y recibe miles de personas especialmente alrededor del 15 de agosto, día feriado en el país. Al final de una cuesta está la meta de las procesiones, que parten desde el centro hacia “Monte Sión Gikungu”, construido justo en el terreno en el que celebró misa, ante miles de fieles, Juan Pablo II en su visita a aquel país. “En Burundi no hay mucho dinero, pero la gente quiere luchar para sacar el país adelante, para construir un país con más dignidad, donde los lazos humanos estén en el centro de todo. En medio de la crisis, encontré ahí un trozo de paraíso, donde los burundeses acuden por millares para encontrar consuelo y nuevas fuerzas. Este pedacito de paraíso es el santuario de nuestra Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt en Mont Sion Gikungu”, cuenta el P. Claudio.

Y así como el Movimiento de Schoenstatt crece cada vez más en esta tierra, también lo ha hecho su comunidad de padres. “Cuando llegué en 1996 había aquí 3 padres suizos y 5 novicios. Hoy en día son 19 padres autóctonos (burundeses y congoleños) y el próximo 7 de abril será ordenado sacerdote el diácono Samuel Sibomana, también burundés. Con ello serán 20 los sacerdotes autóctonos de esta parte de África. Además, actualmente hay 22 estudiantes provenientes de esta región, 18 estudiantes (10 provenientes de Burundi y 8 de RD Congo) y 4 novicios (2 provenientes de Burundi, 1 de RD Congo y 1 de Tanzania).

Además, hay 20 estudiantes de filosofía que se están preparando para entrar al noviciado.10 son congoleños y 10 burundeses.

Una fe que mueve multitudes

Otra gran demostración de fe que nos relata el P. Claudio tiene que ver con las celebraciones de ordenaciones sacerdotales a las que llegan miles de feligreses. “La costumbre de las diócesis aquí en Burundi es alternar el lugar de las ordenaciones en diferentes parroquias, de modo que los feligreses de cada parroquia, que tienen mucho interés en estar presente en el suceso y también de ser anfitriones, puedan vivir intensamente este gran acontecimiento. Era imposible contar tanta gente. Venían caminando desde muy lejos para vivir este acontecimiento. Hombres y mujeres, familias enteras, con sus guaguas, niños y jóvenes, caminaban horas para llegar”, relata el padre en su blog. 

“Después tomaban lugar en las colinas aledañas que rodeaban una gran cancha de fútbol, transformada en altar. Yo creo que eran mínimo unas diez mil personas y máximo, no sé, entre veinte y treinta mil. Habían venido motivados por la fe, traen algo de cocaví y viven la experiencia: una misa de 5 horas con cantos, danzas, música y colorido en la cual participan intensamente. Después deben iniciar un camino a pie de varias horas de nuevo, hasta llegar a comer y a descansar en sus hogares. Es una experiencia total ¡Para ellos la fe es muy importante y vale la pena el sacrificio!”, añade.

Ceremonia de ordenación sacerdotal en Burundi

¡Ayudar a estudiar es regalar esperanza!

A la sombra del Santuario de Sion Gikungu también se forjó la Fundación Mariya Arafasha (María Ayuda en español) que como su símil chileno busca fortalecer a la familia y con ello a su país: “una sociedad reconciliada, justa y solidaria en la que reinen la paz y la tolerancia y las familias vivan con dignidad”, rezan sus ideales.

Para ello tiene diferentes programas que buscan, entre otras cosas, combatir la pobreza con acceso a educación para muchos jóvenes de escasos recursos de Burundi. Para ello el P. Claudio ha conseguido donaciones de Chile, España, Alemania y otros países con el objetivo de becar a jóvenes burundeses en su paso por la educación secundaria. “Son muchos los jóvenes que les agradecen el poder estudiar. El aporte recibido… les ha permitido avanzar en la vida. Hay incluso jóvenes que han podido llegar a la universidad, gracias al aporte de todos ustedes que leen este blog. Nuestro aporte es muy importante para ellos. Nuestro aporte les permite avanzar en la vida. Qué rico es saber que un aporte, quizás muy pequeño, puede dar tantos frutos”, relata el P. Claudio en su última entrada publicada recientemente. 

“La tarea es grande, pero no imposible. Hay millones de personas en Burundi que necesitan ayuda, y nos piden que les ayudemos. Es un desafío a nuestra generosidad y a nuestra capacidad de servicio. Es un desafío digno de un cristiano. María es la garantía del éxito de nuestros esfuerzos”, dice el padre.

***¿CÓMO AYUDAR?***

Si te gustaría colaborar con esta campaña te invitamos a visitar el Blog del P. Claudio donde están todas las indicaciones de cómo hacerlo.

Nueva etapa: “Misión mamá”

Actualmente el P. Claudio se encuentra en Chile con una nueva misión: cuidar de su anciana madre de 94 años que actualmente está muy delicada de salud. “Estoy en mi barrio de infancia en Carrascal. Mis superiores me han autorizado a vivir con mi mamá… Mi misión principal en todo este tiempo (hasta que Dios la llame a la otra vida) es cuidar de ella y acompañarla hasta el último momento. Hay jóvenes que se comprometen en “Misión País”, yo me comprometo en “Misión Mamá” por todo el tiempo que Dios quiera” relata en su última entrada.

Paralelamente el sacerdote ayuda en en la capilla San Luis Gonzaga de Quinta Normal celebrando misas y confesando. “Me alegra mucho también esta tarea que mis superiores me asignaron”, añade.

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