Recientemente Ecuador se ha visto sometido a una crisis de violencia que ha causado gran impacto en Chile y el resto de Latinoamérica, no solo por la cercanía que existe con ese país, sino también por la crudeza de los hechos. En agosto de 2023 un candidato presidencial fue asesinado y recientemente se han difundido imágenes de bandas del crimen organizado vinculados al narcotráfico atacar a policías y canales de televisión, violentos motines en prisiones, entre otros hechos han marcado la pauta noticiosa de aquel país.
En Ecuador, principalmente en Quito y Guayaquil, también hay una gran comunidad schoenstattiana y padres del Instituto que ahí viven y trabajan, por lo que conversamos con el padre Pablo Gajardo, quien reside allá, para que nos cuente un poco como se está viviendo esta dura realidad.
Padre Pablo, agradecemos que haya compartido con nosotros esta actualización sobre la situación en Ecuador. ¿Podría proporcionarnos más detalles sobre la crisis de seguridad que está afectando al país?
En los últimos años, Ecuador ha enfrentado una seria crisis de seguridad, principalmente debido a la presencia creciente de bandas narcotraficantes que han ingresado desde el exterior, transformando al Ecuador en pocos años en un núcleo operativo del narcotráfico. Esto se ha visto reflejado en el índice de violencia que rápidamente se ha ido incrementando, llegando a tener situaciones que eran inimaginables en el país. Estas bandas han logrado infiltrarse en varios niveles del Estado, generando corrupción en diversas instituciones. El gobierno actual asumió a fines de noviembre con una postura firme al respecto, decidido a no negociar con narcotraficantes y a emprender acciones contundentes.
¿Cómo ha respondido el gobierno a la escalada de violencia desencadenada por estas bandas narcotraficantes?
El gobierno ha iniciado una operación de control en el sistema penitenciario, que ha estado bajo el control de estas bandas durante años. A lo cual, las bandas han respondido violentamente desafiando al gobierno, desatando una ola de actos terroristas, incluyendo la toma de un canal de televisión, secuestros y asesinatos de policías y agentes penitenciarios.
Actualmente, el presidente ha declarado el Estado de excepción por “conflicto armado interno”, y el poder legislativo ha ofrecido indultos y amnistía a las Fuerzas Armadas y la policía que combatan el crimen organizado. Veamos si el Estado se la podrá con ellos y la sociedad ecuatoriana los apoye.
¿Cómo se encuentra la comunidad de los padres en Quito y Guayaquil frente a esta situación?
Agradecemos a Dios que los padres tanto en Quito como en Guayaquil nos encontramos bien y resguardados en nuestras filiales. Sin embargo, compartimos la confusión y miedo que experimentan muchos miembros de la Familia de Schoenstatt y de nuestros colegios. La incertidumbre es palpable, pero confiamos en la fuerza de la oración para superar estas horas difíciles, y los padres de Schoenstatt estaremos ahí, al servicio y disposición de lo que podamos ayudar al pueblo e iglesia ecuatoriana a construir una sociedad mejor.
¿Qué mensaje le gustaría enviar a la comunidad de Schoenstatt y a todos aquellos que están afectados por esta crisis en Ecuador?
En estos momentos difíciles, invito a todos a unirnos en la oración. El mal no puede prevalecer frente al bien. La confianza en Dios, en nuestra Alianza de Amor con la Mater y la solidaridad entre nosotros son fundamentales para superar esta situación. Nos comprometemos a mantenerlos informados sobre los acontecimientos a medida que se desarrollen. Agradezco a todos por sus oraciones y mensajes apoyo que hemos recibido en estos días complejos.
Esta entrevista nos proporciona una visión más profunda de la compleja situación en Ecuador, así como del compromiso del Padre Pablo Gajardo y la comunidad de los Padres de Schoenstatt del Ecuador en medio de estos desafíos. Esperamos que pronto aquel país pueda encontrar la paz y por lo mismo los invitamos a enfocar sus oraciones en ese fin.