La música en Schoenstatt: Expresión y camino para encontrarse con Dios

La Cantata que se realizó dentro de las actividades del Jubileo, fue una vivencia de Familia que superó todas las expectativas y nos hizo preguntarnos acerca de la importancia de la música en nuestra espiritualidad y carisma

Sábado 1 de junio, segunda y última noche del Jubileo. Después de un intenso día lleno de contenido, la Iglesia del Espíritu Santo en Bellavista se llena de peregrinos para participar en la Cantata. “Se quería tener una instancia más lúdica y relajada que permitiera el encuentro de personas que no se conocen o no se ven muy seguido”, explica Juan Pablo Pincheira, quien junto a su señora, tenían a cargo la organización de este momento.

“Si lo que habíamos trabajado estaría enfocado en el ‘de dónde venimos’, o cuál era el sentido de la misión del 31 de mayo, concluimos que lo más adecuado para la noche era algo que permitiera ‘celebrar’ ese mismo mensaje. Y ahí aparece la idea de reunir material audiovisual poco conocido, junto con pequeños homenajes a grandes miembros del Movimiento cuyas vidas habían sido un testimonio del 31 de Mayo para las distintas ramas e institutos, de modo de homenajear nuestra historia. Y esto acompañándolo con la música, porque desde nuestro punto de vista, al menos en Chile, ésta ha sido una gran manera de dar a conocer el Movimiento, de entregar su mensaje, de acercarse a la Iglesia diocesana, y además es permanentemente una materia de encuentro dentro de los mismos miembros de Schoenstatt”.

Abren la noche las Hermanas de María con Dilexit Eclesiam, luego el grupo Mar Adentro, laicos de todas las ramas, sacerdotes y seminaristas de Schoenstatt y Cecilia Mirenda. De fondo, imágenes de nuestra historia y de algunos que vivieron su Alianza de Amor heróicamente como P. Hernán Alessandri, Bárbara Kast, Mario Hiriart, Josefina Magasich, Cristián Abud, entre otros.

“Creemos que la razón de que la gente se haya sentido conmovida y emocionada con esta actividad, no es sólo por lo que se transmitió mediante la música y las imágenes, sino porque ese mensaje se recibió en un ambiente de ‘común-unidad’ en donde de alguna manera todos nos sentimos parte de una sola gran familia, con gente de distintos lugares, que hablaban en otros idiomas, y aun así con un norte común. Se dio una atmósfera única. Para nosotros al menos, esto es lo que permite la música cuando es oración”, concluye Juan Pablo.

La música y Schoenstatt

La música ha estado presente desde siempre en Schoenstatt en Chile. El P. José Tomás Pérez cuenta que uno de los primeros himnos fue Mis Hermanos de Schoenstatt (de Marcelo Roberts), luego En nuestra llameante bandera (P. Pedro Gutiérrez) y Tiembla de Emoción (letra del P. Ernesto Durán) Dentro de los hitos musicales está la creación del Himno de Franz Reinisch, en Argentina (Roberto Bernett) y Padres de un Reino Nuevo (P. Hernán Alessandri)

Asimismo en los años 60, se hizo la Misa del Hacia el Padre, que fue grabada en Münster, Alemania,  el año 1969 y la Misa In María del P. Pedro Gutiérrez.

Y es que todas nuestras actividades han estado siempre acompañadas de música. Pues no hay Campamento de juventud que se precie de tal sin su jingle o himno propio, ni oración de la noche que no esté llena de cantos. En nuestra historia han sido habituales las cantatas y muchos de los “nuestros” (más de los que sabemos) han llevado apostólicamente la música a otras instancias como misiones y coros. 

Fue así como surgió por ejemplo, el grupo Mar Adentro, que cantó tanto en la Cantata del Jubileo como en la misa del sábado 1 de junio. José Soto, uno de sus integrantes, nos cuenta: “Nos reunimos el 2000 con la intención de armar una agrupación de voces masculinas a la luz de encuentros, jornadas, retiros y liturgias surgidas en la Rama de Familias de Bellavista, con la clara intención de aportar en forma responsable, creativa y comprometida con nuestro trabajo musical al servicio de la animación litúrgica”… “La música aporta a Schoenstatt identidad, pertenencia y vínculo con su historia,  además es un aporte a la Iglesia”. El grupo Mar Adentro no sólo colabora con el Movimiento, sino también en el Templo Votivo de Maipú el 16 de Julio y el 8 de Diciembre en el cierre del Mes de María.

Así también, nació el disco Porta (2004): “Estábamos en el proyecto de Portugal, que justamente quería llevar nuestra vivencia de Juventud masculina a un lugar donde ésta era aún insipiente… Y toda esa experiencia de años se había traducido en canciones, tanto mías como de Francisco Alvarado y lo que hicimos fue juntarlas y ponerlas en un disco”, cuenta Rodrigo Joglar (41).

“Muchos de nuestros amigos quedaron con esas canciones grabadas a fuego, porque fue una traducción de una experiencia de Dios muy potente. Nosotros tuvimos la suerte de poder interpretar momentos de espiritualidad o vivencias en misiones, retiros, ideales y ponerlos en canciones”… “La música fue la gran razón por la cual profundicé tanto en mi vida espiritual. La música acompaña lo que tenemos dentro de una manera pura, real, fiel más que las explicaciones con palabras…” … “La canción ‘Será Dios’ surge porque tuve que tomar la decisión de irme a Portugal (Misiones) muy rápido y esa canción recoge esa experiencia. Pero después me escribió mucha gente diciendo que había significado una expresión de llamado sacerdotal, cosa que yo nunca pensé.. y ahí uno se da cuenta que uno es instrumento de Dios para otras cosas…”.

Muchas de las canciones de Rodrigo han sido grabadas por el Coro Misión País y son, como él mismo dice “patrimonio de la espiritualidad”. “Es un regalo. Me impresiona ir a una Iglesia y ver que están tocando un tema mío o que me escriban de Brasil, Argentina o Estados Unidos pidiendo mis canciones para difundir o grabar”. 

Al servicio de la vida

Es el turno de los Padres y seminaristas de Schoenstatt en la Cantata… el telón de la capilla del Espíritu Santo comienza a proyectar fotos de todos los tiempos del Movimiento y reconocemos a más de alguno. Comienzan los cantos. Fragmentos de muchos temas que la gran mayoría conoce y entona, sin antes preguntarse: ¿esta canción la hizo un schoenstattiano? 

Sorprende cómo la música ha traspasado todo tipo de fronteras.

“A mí siempre se me dio la poesía religiosa”, cuenta el P. Juan Ignacio Pacheco. “Por ejemplo, María de la Alianza era originalmente una poesía llamada Tres colores, que escribí en el tiempo del Noviciado y que a mi Curso le gustó tanto, que le puse música. Luego vino, Siempre has sido Tú y Estás dentro de mí, y las grabamos junto a Fernando y Carola La Rivera”. Desde entonces el Colegio Mayor ha sacado 8 discos, el P Juan Ignacio 4 y los Padres de Schoenstatt 2. 

Las Hermanas de María, por su parte, ya tienen 4 discos, de los cuales uno de ellos es una Misa Chilena. “Se fue confirmando que la música es una herramienta pastoral” … 

“La música sirve para conectar con Dios y alimentar el mundo interior”, explica el P. Juan Ignacio. “Mis canciones siempre surgen de la vida, de lo que me está pasando, entonces hay un cierto pudor… de hecho sólo las canto cuando ya están asumidas… pero sin duda es un regalo ver que otros las cantan, es como una vuelta de mano, si esto me ayudó a mí, le puede ayudar a otro”. El padre destaca la importancia de cultivar la vida interior y cómo la música nos ayuda a esto: “Enriquece tu relación con Dios, te da una energía vital y te regala la paz interior, te calma… te ayuda a meditar”.

Al preguntarle por la gran aceptación que tuvo la Cantata, afirmó:  “Se vivió un espíritu de familia y fue como estar en una fogata gigante… fuimos capaces de dejar de lado prejuicios, distancias generacionales… la música une en el primer amor y nos abre a la ternura”. 

Esta misma experiencia, es la que comparte Manuel Lorca, seminarista de los Padres de Schoenstatt y compositor de canciones como Ven y Verás, Permanecer en Ti, Abre, entre otras. “Para mí la música tiene un lugar central en mi vida espiritual. Es lo primero que me atrajo de Schoenstatt. La música expresa lo que las palabras por sí solas no pueden. Componer me ha ayudado a elaborar muchísimos procesos interiores de encuentro con Dios y con las personas. Me ha ayudado incluso a descubrir cuáles son las cosas que más me identifican y me hacen ser quien soy”… “Es muy emocionante ver como una canción a veces tan personal y tan propia puede llegar a tanta gente de maneras muy distintas«

«Muchas personas me agradecen sin conocerme porque mi canción fue importante para su relación con Dios, y eso es impagable. Es muy bonito también cantarlas y que otros se las sepan de memoria y la canten junto con uno. Pero lo más importante es que la música tiene un poder increíble de conexión y es capaz incluso de ayudar al vínculo con Dios, y trasciende al que compone, porque ciertamente es el mismo Dios quien inspira y que actúa a través de uno. Es la experiencia misteriosa de ser instrumento y de regalar tu talento como don de Dios que brota de Él y que vuelve a Él, sin atajos”.

Como gran aporte a la música de Schoenstatt, hace algunos años, Manuel participó en la reedición de los cantos de la Misa del Hacia el Padre: “La idea surgió de un grupo de amigos de Schoenstatt que cantábamos juntos en Misión País. Queríamos recoger las distintas canciones que se habían compuesto de ese libro tan profundo de oraciones, y sumado al desafío de componer algunas nuevas”. 

Junto a los Padres Gonzalo Villaseca y Rodrigo Correa, también compositores, tienen un grupo llamado Berit y se les puede escuchar tanto en YouTube como en Spotify.

Termina la cantata. Queremos seguir cantando, pero es tarde y los peregrinos del Jubileo tienen que volver a sus casas y lugares de alojamiento. Nos vamos con el corazón lleno. Tenemos una historia que nos une. Tenemos una misión que nos une. Tenemos canciones, tenemos himnos. Nos gusta juntarnos. Nos sentimos familia.

*Artículo de Paula Willumsen para la edición de julio 2024 de la Revista Vínculo

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