Fe, reflexión y motivación: con mucho éxito se realizaron los Campamentos de verano 2025 de las Juventudes de Schoenstatt

Como es tradición, durante los primeras semanas del verano las Juventudes Masculinas de Schoenstatt se van de campamento a diferentes lugares del país para vivir entre pares días marcadas por la reflexión, la fe y la sana diversión. En ellos, los jóvenes cruzados y pioneros van creciendo en su relación con Dios y la Mater y al mismo tiempo van aprendiendo sobre la espiritualidad de Schoenstatt.

Organizados por varios padres y seminaristas de la comunidad, este 2025 se llevaron a cabo campamentos en Huichahue, Región de la Araucanía, y en Malcho, Región del Maule, donde jóvenes de diferentes ciudades compartieron y vivieron la fe con mucha motivación y devoción.

Pioneros viven un enriquecedor campamento de verano en Huichahue

Entre el 4 y el 10 de enero, un grupo de pioneros de distintas ciudades del país se reunió en Huichahue, a 40 kilómetros de Temuco, para vivir una intensa semana de formación, reflexión y camaradería. Acompañados por los padres Sergio Abarca, Jesús Ruiz y el seminarista Francisco Gigoux, jóvenes provenientes de Talca, Curicó, Concepción, Puerto Montt y Temuco participaron en este tradicional campamento que cada año fortalece su espíritu y compromiso con la fe.

El encuentro fue una oportunidad única para compartir experiencias, profundizar en su vida espiritual y reforzar la comunidad. “Fue un campamento muy enriquecedor, donde los pioneros mostraron un espíritu fortalecido y una gran gratitud por los espacios de reflexión, oración y reencuentro”, destacó el P. Jesús.

Además de las actividades propias del campamento, este año el grupo se mostró particularmente motivado de cara a los desafíos que les esperan, especialmente el Jubileo de los Jóvenes en Roma, que se celebrará en julio y contará con la participación de varios de los asistentes al campamento.

Campamentos en Mostazal y Malcho: Un tiempo de esperanza y crecimiento para la Juventud de Schoenstatt

Entre Navidad y año nuevo, y durante los primeros días de enero, se vivieron dos campamentos uno de cruzados en San Fransico de Mostazal y otro en el Río Malcho para pioneros. Estas experiencias, llenas de fe, comunidad y esperanza, reunieron a jóvenes de distintas ramas y regiones, fortaleciendo su compromiso con la espiritualidad de Schoenstatt. Estuvieron presentes los padres Fernando Martínez, Joaquín Puertas, Domingo Errázuriz, Juan Pablo Cruz, el diácono Santiago Abella y los seminaristas Bernardo Rocha e Melo, Joaquín Peña, Nicolas Iturriaga y Ricardo Ilhe.

Bernardo Rocha e Melo, quien acompañó a los jóvenes en ambos campamentos, compartió su testimonio sobre estas enriquecedoras experiencias. «Fueron dos momentos con mucha esperanza para la juventud. Fue muy especial ver cómo la generación mayor de cruzados está dando paso a los más jóvenes, soñando ya con ser pioneros e ir construyendo un futuro lleno de fe y compromiso», expresó.

«Fue un orgullo ver a los cruzados de Rancagua, a los que me ha tocado acompañar durante este tiempo, trayendo la ilusión de construir una rama sólida en su ciudad. Es un momento de transición, pero también de sueños y esperanza», destacó Bernardo.

Por su parte, el campamento de pioneros reunió a jóvenes de Santiago, Buin, Rancagua, Viña del Mar e incluso de Bolivia, creando un ambiente de profundidad espiritual y fraternidad. «Fue muy bonito ver cómo la diversidad de ramas se unieron, compartiendo no solo juegos y actividades, sino también momentos de oración y reflexión. Finalmente parecía ser una sola gran rama lo que fue muy emocionante. También, los talleres por la mañana, tanto sobre temas variados como sobre nuestra espiritualidad de Schoenstatt, fueron muy enriquecedores. «, comentó.

Uno de los aspectos más destacados fue el ambiente religioso que se vivió durante los días de campamento. «Rescato especialmente las oraciones en conjunto, la adoración y reconciliación, la vigilia nocturna y el día de la entrega, donde muchos jóvenes hicieron su promesa, coronaron a la Mater o renovaron su compromiso con la misión de Schoenstatt. Es hermoso ver cómo avanzan en su vida de fe y en su relación con Dios», afirmó Bernardo.

El trabajo en equipo entre los asesores también fue un punto clave. «Siempre surgen tensiones, pero son parte del proceso y del encuentro. Lo importante es que nos complementamos, nos ayudamos unos a otros con los talentos que cada uno tiene. Eso es algo que hay que rescatar y valorar», señaló.

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