El pasado 16 noviembre en el Santuario Nacional de Maipú se celebraron dos acontecimientos históricos: el 50° aniversario de la consagración del Santuario a la Virgen del Carmen y el 40° aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile. La ceremonia, presidida por Monseñor René Rebolledo, Arzobispo de La Serena y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, contó con la presencia de la mayoría de los Obispos del país, autoridades de ambas naciones, representantes de las Fuerzas Armadas y civiles y gran cantidad de fieles.
En la homilía, Monseñor Rebolledo destacó el significado del templo como “la morada de Dios entre los hombres”, un lugar de gracia y bendición que simboliza la unidad y paz de Chile. Recordó que este espacio sagrado fue consagrado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez en 1974, en una ceremonia que fue un símbolo de reconciliación y esperanza. «Aquí, con Cristo, a los pies de María, se ha forjado un alma, la historia de nuestro pueblo, y solo en fidelidad a ésta es fecunda la esperanza «. Además, el arzobispo llamó a los presentes a mantener viva la promesa que el pueblo chileno hizo a la Virgen del Carmen en 1818 tras la batalla de Maipú, que selló la independencia de Chile.
«Fue una celebración muy solemne que la preparamos durante meses en coordinación con la Conferencia Episcopal y resultó maravillosamente bien», comentó el P. Marcelo Aravena, rector del Santuario de Maipú. «Hace 50 años el cardenal Raúl Silva Henríquez con la Conferencia Episcopal de aquel tiempo bendijeron los muros del santuario y lo consagraron a la Virgen del Carmen, signo de bendición y de vida. El 16 los obispos chilenos decidieron renovar actualizadamente esa bendición con su presencia y con la celebración de la eucaristía», añadió.
Paz y amistad entre Argentina y Chile
La ocasión también coincidió con el aniversario del tratado de paz firmado en 1984 entre Chile y Argentina el cual fue elogiado como un ejemplo de fraternidad. “Feliz coincidencia al celebrar en estos días el Cuarenta Aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre dos pueblos hermanos”, señaló Monseñor Rebolledo, quien agradeció los esfuerzos de ambas naciones y a figuras como San Juan Pablo II y el Cardenal Antonio Samoré, en la construcción de una paz duradera.
“En este día memorable elevamos nuestra oración desde este Templo al Cristo Redentor de Los Andes, que prosiga bendiciendo a Argentina y Chile, pueblos hermanos, especialmente con el don de la paz y la fraternidad. Le solicitamos de igual modo las gracias que precisamos para forjar una auténtica cultura de la vida, como también la fortaleza para luchar contra aquellos males que atentan contra la dignidad de las personas. Que Cristo, “nuestra paz” , bendiga las aspiraciones de paz y amistad que anhelamos ambos pueblos, representados en este por autoridades que nos honran con su presencia», imploró el Arzobispo Rebolledo.
También, el presidente del Episcopado chileno, expresó a los participes de la eucaristía: “Los invito a que en este día renovemos juntos y nos hagamos parte del voto de Chile, ahora para los tiempos actuales, comprometiéndonos con el Señor en su Iglesia a hacer de nuestra Patria la anhelada: “Mesa para todos”.
La liturgia, rica en simbolismo y solemnidad, incluyó la bendición de los muros del Santuario y la imagen de la Virgen del Carmen, en un acto que reafirmó el compromiso de Chile con la paz y el amor fraterno. «Fue una celebración muy solemne, fue un acto conmemorativo muy emotivo», dijo el P. Marcelo.
La celebración concluyó con los himnos nacionales de Argentina y Chile y el homenaje a la Virgen del Carmen de los “Maipucitos”, grupo folclórico infantil, que realizó bailes tradicionales de ambos países. Con estos signos se selló esta celebración como un momento de fe y unidad para ambos pueblos hermanos.
Estuvieron presentes el embajador de Argentina en Chile, Sr. Jorge Faurie; el Subsecretario (s) de Relaciones Exteriores, Sr. Rodrigo Olsen y el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic; quienes dirigieron palabras de reconocimiento y gratitud por el esfuerzo de ambas naciones y la Santa Sede en favor de la paz y el entendimiento. También participaron concejales, representantes de las cuatro ramas de la Fuerzas Armadas; además de invitados especiales, junto a vecinos y feligreses del Santuario.
Bendición e inauguración de retrato del cardenal Caro
Antes de la Eucaristía se realizó un homenaje al Cardenal José María Caro, quien fue el principal impulsor de la construcción del Templo en 1948. Para ello se inauguró y bendijo un retrato del sacerdote, obra de gran valor religioso del destacado artista Dario Contreras. Esta obra es parte de la colección patrimonial del Santuario y que fue restaurada por Paola Raggio. En la bendición se hicieron presentes obispos y sacerdotes y el Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Sr. Ignacio Sánchez, dado que fue esta institución la encargada de financiar la refacción del cuadro.
Así fue la celebración:
Fuente: Iglesia.cl